Estaba yo en el aeropuerto, en la cola para hacer mi check in.
Delante de mí estaba una familia compuesta por dos matrimónios. Una pareja joven (30/40 años), y la otra pareja , dos personas mayores, padres de la chica joven. Digamos que tendrían entre 60/68 años.
Y bueno, el responsable de nuestro mostrador era un hombre de color. Cuando la señora mayor se da cuenta que es el señor de color quién irá a recojer y hacer la factura de nuestras maletas, entró en un estado de estupidez. Ahora, os contaré la conversación de esta familia hermosa.
Madre estúpida: “Esta allí un negro.”
Hija gilipollas: “Qué mamá?”
Madre estúpida: “Es un negro.”
Yerno ignorante (se ríe con cara de quién le dió un ataque cerebral)
Padre paleto: “Uiii..Paulina... el negro tocará tu ropa jejejeje” (con un ojo cerrado le da con el codo al yerno ignorante, intentando ser gracioso, supongo).
Hija gilipollas: “Ay papá habla bajito por favor jijijijijiji”
(silencio)
Yo en mi lugar, justo detrás de esta familia de anfibios, pensé para mí misma:
“Tendría que daros un ataque de diarrea en el vuelo.”
Madre estúpida: “Nos va a tocar ya, ni me lo creo que será el negro ese quién irá atendernos.”
Hija gilipollas: “Quieres callarte ya de una vez?... la chica esta (yo) que está detrás de nosotros es mulata, o brasileña yo que sé. Solo sé que te va a escuchar y si te rompe te lo habrás buscado”. (susurra para que yo no la oiga)
El padre paleto da media vuelta, me mira disimuladamente, vuelve a darme la espalda y díce: “Será albanesa”.
Madre estúpida: “Tiene tanto pelo.”
Yo: “Soy gitana.”
Hija gilipollas: “Disculpe?”
Yo: “Soy gitana. No soy albanesa. No soy brasileña, ni mulata.”
Madre estúpida: “Los gitanos andan de avión?”
Yo: “Las vacas ya hablan?”
Madre estúpida: “No entendí.”
Yo: “Dejalo.”
Hija gilipollas: “No admito que usted hablé así con mi madre eh?”
Madre estúpida: “Dejalo hija, ya no sé puede salir de casa. Negros en los aeropuertos, gitanos en los aviones, mira niña sabes una cosa? Si fueras mí hija te daría unas nalgaditas! Y si todo sale bién aun te arrepentirás de lo que dijiste.”
Yo: “Mire, yo me desperté a las 6 de la mañana, aun no bebi un café siquiera y ya tube que presenciar conversaciones de ignorantes. Si usted fuera mí madre lloraria de tristeza. La mia vale mucho. Y si todo sale bién su avión se estrellará”
Llega el turno de esta familia hermosa de dejar sus maletas. El balconista muy simpático y sonridente díce:
“Buenos días, sus cartones de embarque por favor.”
Yo: “Mira nena, si vas a ser buena madre (la chica joven estaba embarazada) enseñarás a tu hijo a ser una persona mejor. Que Dios os bendiga y os perdone. Dios ama a los paletitos de los pueblos también.”
Fué un comentário irónico, porque esta familia se notaba que tenían mucho dinero, y que eran de familias de clase alta, supuestamente muy cultos, de paletitos de pueblo no tenían nada.
El caso es que tube un viaje súper feo, hirbiendo con una fiebre y rabia interior. Y por culpa de estas....... “personas”......... deseé la muerte a los demás viajantes sin que ellos tubieran ninguna culpa.
Aquella mujer que estaba embarazada, seguramente tendrá esos discursillos delante de sus hijos. Los hijos iran al colégio y despreciarán a los otros niños que tengan un color o cultura diferente a la de ellos. O sea, es como una bola de nieve que no acabará nunca.
Podría haber hecho una denúncia en pleno aeropuerto, atrasando el vuelvo de toda la gente que estaba en esa cola? Sí podría. Pero no sé, a lo mejor fué por yo estar sin desayunar, que el primer instinto fue repartir ostias como panes a esa gente.
No lo híze porque se trataba de una persona mayor, y una embarazada. No me orgullo de decír que tengo mis crisis de violencia, pero es la verdad. Cuando me sacan de mis casillas no pierdo tiempo con bla bla bla...una ostia y ya.
Sin embargo hay momentos en que me encuentro muy tranquila, y hago ver a la gente que esa manera de pensar es mala y causa transtornos psicologico irreversibles a la gente que los escucha.
Hay otros momentos en que me encuentro piadosa, y hago una oración por estas pequeñas almitas del mundo.
Hay otros momentos que me encuentro super defensiva y quiero denunciar hasta a los vecinos de esta gente.
Luego, claro, hay los momentos en que viajo en mi mente y me imagino repartindo ostias como panes en toda la cara de estas personas. Y como tengan la mala suerte de decirme algo fuera de tono, es lo que pasará.
Tania.
Sem comentários:
Enviar um comentário